miércoles, 7 de agosto de 2013

Artículo: La mediación en conflictos en el Quijote al hilo de la actual consideración que merece esta institución jurídica.



 Manuel Zamora Soria


La Mediación en conflictos en el Quijote al hilo de la actual consideración que merece esta institución jurídica.
Manuel Zamora Soria. Agosto 2013

Cuanto menos se defina la figura de la mediación en conflictos mucho mejor. La mediación es una actitud presente en los seres vivos que nos permite intervenir en asuntos de otros seres vivos. La libertad, y por tanto la voluntad en esta forma de actuar, son el eje sobre el que gira continuamente. Esta libre disposición del ánimo no es algo que se deba andar redefiniendo y clasificando a cada momento, persona o asunto. Si los que tienen buena fé en un conflicto encuentran personas, espacios y formas de salir adelante habremos conseguido mejorar, al menos como personas.

Lo cierto es que van proliferando estudios cada vez más profundos y extensos sobre la mediación y sus patologías, curiosamente cuando lo que menos se hace todavía es poner en práctica sus bondades. Los estudios abordan una y otra vez las trabas y falta de encaje en el ordenamiento de todo tipo de aspecto como si esto fuera lo importante.

Las referencias históricas y nuestra literatura que narran la actividadad mediadora constituyen un campo poco explorado y además nos pueden dar una idea más acertada de la realidad y de los antecedentes de la mediación como sistema de resolución de conflictos. Al menos son mejor referente que las elaboraciones innovadoras de supuestos que no han llegado a producirse.

Sin ánimo de sumar más confusión y con ese interés por fomentar los usos y tradiciones que hemos tenido en nuestro contexto, me gustaría aportar lo que muy recientemente descubrí sobre la mediación en el Quijote, todo ello en relación con esta naturalidad y esponteneidad de la que goza la mediación y que afortunadamente la tenemos presente desde que el hombre es hombre.

Mis compañeros de la Agrupación de Jóvenes Abogados y el Colegio de Abogados de Ciudad Real tuvieron a bien concederme el premio "Bachiller Sansón Carrasco" en su edición 2013, cosa que agradecí enormemente a pesar de no sentirme con méritos para recibirlo. Me he podido significar por las oportunidades que se me han dado participando en cuestiones relacionadas con la mediación, pero no esperaba que pudiera ser esta colaboración objeto de distinción.

Sea como fuere, me vi en la obligación moral de preparar para el momento de la entrega del premio alguna aportortación inédita para mis colegas y amigos. Se me ocurrió que una buena forma de hacerlo sería recurrir a las dos cuestiones que me habían llevado hasta allí.

Por un lado tuve la curiosidad de recordar, refrescar y conocer con más detalle la figura del Bachiller Sansón Carrasco del Quijote y por otro lado investigar si ya en aquella época el autor del Quijote Don Miguel de Cervantes habría hecho mención expresa a la mediación o mediadores. Sin pretenderlo, la primera cosa me llevó a la segunda.

Al principio pensé que era posible que no existiera nada y que por lo tanto la búsqueda sería infructuosa, pero afortunadamente encontré dos referencias adecuadas a la investigación sobre la mediación en conflictos en el Quijote.

La "mediación" y los "medianeros", aparecen expresamente mencionados en dos capítulos.

La primera vez, en la Primera Parte del Quijote en el Capítulo 46.

Sin entrar en demasiados detalles, los cuadrilleros, que llevaban elmandamiento de la Santa Hermandad para prender a Don Quijote, por haber liberado a los galeotes, tuvieron ocasión de intervenir en otro conflicto, entre el barbero y Sancho Panza y remediarlo, dejando constancia de un acuerdo de mediación.

La segunda vez, en la Segunda Parte del Quijote, en Capítulo 26, que aparece la intervención de medianeros equivale a lo que hoy llamaríamos mediación penal por la comisión de un delito de daños, para ello, Don Quijote reconoce los hechos y asume las costas.

Se recurre a los medianeros que en este caso son el ventero y Sancho para satisfacer a la víctima que es Maese Pedro, del que a cambio se obtiene el perdón.

Especialmente ilusionante resulta pensar que hace ya más de cuatrocientos años se pudieran describir cuestiones que ahora se pretenden teorizar en exceso como es la Institución Jurídica de la Mediación en conflictos. La mediación, lo único que necesita es su natural desarrollo sin los cuestionamientos que se plantean allá dónde se menciona.

Durante la investigación sobre la mediación en las dos partes del Quijote no encontré ni una sola vez mencionada la palabra abogado. Al abogado mediador le debe consolar pensar que la mediación ya se tenía reconocida como tal en aquella época. Estudiar los "roles" de mediadores, defensores, desfacedores de entuertos, jueces, abogados… de los que hacen gala Don Quijote y Sancho merece un estudio más detallado que se queda para otro momento.

Hoy por hoy debemos saber que la mediación ha sido conocida, desarrollada y practicada históricamente y que únicamente necesitamos que fluya y que no se obstaculice allá dónde surja. Paradójicamente cuanta mayor atención prestemos a su regulación legal menor será la fluidez de su puesta en práctica.